Eh Voilà! Crêpstaurante Casual – Valladolid

Local amplio y muy bonito. El servicio muy atento y amable. Los crepes muy buenos y con opción sin gluten. Por curiosidad tienen un robot que lleva los platos y en la mesa un botón para llamar a los camareros.

Tras muchos años vinculado a Valladolid me decidí a reservar mesa el Jueves Santo y disfrutar de una día gastronómico diferente. La experiencia no pudo ser mejor. Puedes reservar mesa online antes de ir allí. Nada más llegar, tanto Mario como Irene se preocuparon en todo momento de llevarme a la mesa y mostrarme la carta. El local está decorado de una forma moderna y vanguardista. Las mesas son amplias y tienen una separación idónea entre comensales. Respecto a los platos: simplemente deliciosos. Era un día frío y pedí el plato caliente del día, una crema de verduras que estaba deliciosa. De plato principal elegí un crêpe, el Teriyaky. Nunca he probado nada igual, ¡¡estaba delicioso!! Para el postre elegí la tarta de la casa, una tarta de Oreo muy rica. Os dejo fotos para que lo comprobéis. Totalmente recomendado si quieres disfrutar de una experiencia gastronómica con platos de calidad, en un lugar moderno y confortable, muy bien ubicado y con grandes profesionales que se preocupan de que todo salga bien.

Hicimos la cena de empresa allí y un éxito rotundo. El servicio fue perfecto, atento a las alergias, simpático y abierto a dar consejos. Por no hablar del robot que pasa por entre las mesas para poder dejar las cosas que sobran de la mesa. Pedimos una ensalada tropical de entrante, una lasaña de morcilla, un crepe y una mousaka. Todo espectacular. Intentaré volver.

Buen lugar para comer si eres celiaco en Valladolid. Gran variedad de platos y postres. El quiche sin gluten hay que encargarlo por adelantado para evitar la contaminación cruzada. Muy buen servicio de camareros con un botón en la mesa para llamarles y muy chulo el robot que te lleva los platos a la mesa! Dos personas 38€ con pan y bebida incluido. Repetiré!

Acudimos por primera vez a cenar ahí y la d que nos ha encantado. Es un sitio único exclusivo tranquilo y muy buen ambiente, el sitio muy acogedor el, servicio, trato, todo muy exclusivo y personalizado. Y no por último pero algo que llama mucho la atención es el robot que lleva y trae los platos a las meses y colabora junto con los humanos. Si no habéis visitado el sitio lo recomiendo al 100%. Nosotros lo hemos descubierto ahora y está claro que repetiremos. Todo muy buenas calidades. Bastante céntrico el sitio la única pega es que es muy complicado de aparcar y la camarera que nos atendió podía ser algo más amable ya que presentaba un trato muy serio sin ningún tipo de sonrisa. Por lo demás el personal en general muy correctos muy educados muy profesionales y siempre pendientes de ti si necesitas algo al finalizar el plato te lo recogen, te sirven el agua…etc

La atención maravillosa, la comida estupenda y el ambiente genial! Cuando llegamos al restaurante les dije que mi madre cumplía y cuando nostrajeron los postres, había una vela en uno de ellos y a parte, el robot que tienen, tocaba y cantaba la canción de cumpleaños. Todo genial!

Aunque pese a haber encargado ya la elección del plato principal con antelación, no fue mi mejor experiencia en el restaurante. La comida no sabía a recién hecha, aunque estaba muy rica. A mayores también pedimos carpaccio, pan de ajo y de postre tarta de queso con helado de Kinder blanco. Precio más que razonable para, además, haberlo acompañado de varias botellas de vino.

Fuimos a cenar 6 personas un sábado con reserva. Anteriormente había probado sus crepes solo en el local de Río Shopping donde la atención y el producto fue bueno. La diferencia entre uno y otro, es que el del Río Shopping tiene menos variedad (creo que no disponen de raclette), pero alguna oferta que el de Marqués del Duero no tiene. El local de Marqués del Duero tiene una atmósfera ideal para cenas y con bastante espacio. El servicio fue rápido y el personal muy amable. Disponen de masas y quesos sin lactosa, lo que vino muy bien para ciertos comensales. De entre las crepes que nos pedimos la sureña fue la que más me gustó. Concretamente yo me pedí la paisana pero sin queso lo que no le favoreció para nada. Después pedimos postres (no crepe) cuyo sabor no nos entusiasmo a ninguno, eran demasiado dulces. No los recomiendo. Sin embargo, días después aprovechando su oferta de aniversario (ya que de normal son algo carillos) pedimos unas crepes para llevar: hindú, tejana y tatin. Vienen en envases preparados para calentar en el microondas de forma sencilla. Las saladas la verdad no nos gustaron tanto como esperábamos, pero la dulce nos sorprendió enormemente. Por lo que si decides tomar postre opta de nuevo por una crepe y no te decepcionará.